KIMERA
Aparece en la vida de Siesta cuando ya no queda casi nada por salvar. Es una superviviente. Herida, desconfiada, con una mirada que delata que ha visto el infierno y ha vuelto. No es alguien que se deje ayudar fácilmente, ni que confíe a la primera. Porque el mundo en el que vive no da segundas oportunidades. Y a ella ya le ha fallado demasiadas veces.
Marcada por un pasado lleno de sombras, Kimera arrastra una historia que nunca cuenta del todo. Su familia fue violada y asesinada delante de ella, y desde entonces se quedó rota. En su piel lleva cicatrices. En su alma, muchas más.
Es una mujer fuerte, valiente, y una auténtica superviviente. Ella le da sentido a este manga: es el eslabón que la historia necesitaba.
Cuando conoce a Siesta, encuentra algo que no esperaba: alguien que, como ella, también está roto… pero aún se atreve a proteger. Aunque no lo diga, aunque lo disimule con chulería, Kimera empieza a bajar la guardia. Un poco.
Pero todo se tuerce. La traición, el miedo, el dolor… vuelven a colarse entre ellos. Y Kimera acaba pagando el precio más alto. Es violada, asesinada y dejada atrás como si no importara. Pero sí importa.
Porque Siesta no olvida.